¿Alguna vez has sentido que tus viajes podrían hacer más que solo darte lindas fotos? ¿Qué tal si en lugar de solo “turistear”, pudieras dejar una huella positiva allá por donde pasas? Así nace la idea de vivir el turismo responsable, y no, no es un lujo ni algo complicado: es una forma diferente (y mucho más poderosa) de recorrer el mundo.

Este 2025, IATI volvió a dar el ejemplo con una edición especial de los Travel Shakers que se vivió en México y reunió a un grupo de viajeros que no solo querían conocer, sino también entender, conectar y actuar. Fueron cuatro días de actividades que inspiraron. En este artículo te contamos qué es el movimiento IATI Travel Shakers, todo lo que pasó en esta edición mexicana y cómo puedes empezar a cambiar tu forma de viajar con pequeñas acciones que generan un gran impacto.

¿Qué es el turismo responsable y por qué debe importarnos?

El turismo responsable no es una moda pasajera ni una etiqueta bonita para subir fotos con filtros verdes. Es una forma de viajar con los ojos (y el corazón) bien abiertos. Significa tomar decisiones que respeten el entorno natural, valoren a las comunidades locales y generen un impacto positivo en los lugares que visitamos.

Y sí, puede sonar idealista… hasta que te das cuenta de que el turismo mal gestionado sí deja huella, pero no la buena. En Colombia lo hemos visto: playas contaminadas, reservas naturales colapsadas en temporada alta, comunidades desplazadas por intereses turísticos y paisajes convertidos en basura para la selfie perfecta.

¿La buena noticia? Que tenemos todo para hacer las cosas diferente. El turismo responsable propone cambiar el turismo convencional, pero sin necesidad de ser activista ni mochilero extremo. Puedes practicarlo viajando por el Amazonas, explorando pueblos patrimonio, recorriendo la costa Caribe o simplemente decidiendo a quién apoyas con tu dinero cuando viajas.

¿Quieres conocer más sobre como generar un impacto positivo? Aquí te contamos más sobre IATI Travel Shakers.

IATI Travel Shakers: un movimiento que va más allá del típico viaje “instagrameable”

En tiempos donde viajar parece sinónimo de buscar el mejor ángulo para la foto, IATI Travel Shakers propone algo completamente distinto: viajar con intención, impacto y conciencia. Este movimiento nació con la idea de transformar la forma en que vemos el turismo, alejándose de lo superficial para acercarse a lo esencial.

Impulsado por IATI, este proyecto reúne a creadores de contenido, comunicadores y viajeros para vivir experiencias que cuestionan el modelo turístico tradicional y exploran maneras más responsables, sostenibles y humanas de moverse por el mundo. La consigna es clara: explora, actúa y deja huella… pero una buena.

¿Y cómo se logra eso? No se trata de decirle a nadie cómo debe viajar, sino de mostrar que sí es posible hacerlo de forma más ética, consciente y solidaria, sin dejar de disfrutar. Se trata de cambiar el “checklist de lugares” por conexiones reales con las personas, el entorno y la cultura local.

Desde IATI creemos que todos, viajeros, creadores, marcas y comunidades, tenemos un rol en la construcción de un turismo más justo. Por eso nacieron los Travel Shakers, para ayudar a cada viajero a viajar con más conciencia y responsabilidad.

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Valle de Bravo: el lugar donde todo comenzó la edición 2025

Ubicado en el Estado de México, rodeado de montañas, bosques y lagos, Valle de Bravo fue el escenario perfecto para sembrar la semilla del cambio en esta edición de los IATI Travel Shakers 2025. Pero más allá de su belleza natural, este lugar fue elegido por algo mucho más profundo: su conexión con proyectos reales de sostenibilidad y comunidades comprometidas con cuidar su territorio.

Aquí no se trataba solo de desconectarse del ruido de la ciudad, sino de reconectar con la tierra, con el ritmo natural de las cosas y con la gente que vive en equilibrio con su entorno. Desde la Universidad del Medio Ambiente, un campus ejemplo de arquitectura bioclimática, hasta el glamping comunitario Los Oyameles, cada rincón de Valle de Bravo fue parte activa de una experiencia diseñada para transformar la manera en que entendemos el turismo.

Valle de Bravo no fue un “fondo bonito” para fotos, fue una maestra silenciosa, un recordatorio de todo lo que está en juego si seguimos viajando como si el planeta fuera infinito. Y por eso, esta edición comenzó aquí: donde la naturaleza no necesita filtros y donde el turismo responsable se vive, no se explica.

Lo que pasó en IATI Travel Shakers 2025: 4 días de inmersión real en México

Del 4 al 7 de julio, un grupo de ocho creadores de contenido y una periodista vivieron una inmersión total en Valle de Bravo, México, rodeados de bosque, comunidades locales y propuestas concretas para transformar la forma de viajar. No hubo lujos innecesarios, ni tours apurados. Hubo aprendizaje, caminatas, silencios, comida sin residuos, debates incómodos y muchas ganas de hacer las cosas de otra manera.

Cada día tuvo su propia energía: desde la reflexión inicial hasta la caminata nocturna en silencio. Y aunque cada actividad fue distinta, todas apuntaban a lo mismo: viajar no para consumir un destino, sino para habitarlo con respeto y devolverle algo a cambio.

Aquí te contamos qué pasó cada jornada:

Día 1: Bienvenida con propósito y primera toma de conciencia

El primer día del IATI Travel Shakers 2025 arrancó con energía, expectativa y una consigna clara: no venimos a hacer turismo, venimos a transformar la manera en que viajamos. Desde la llegada a Valle de Bravo, los participantes fueron recibidos en un entorno natural que marcó el tono de toda la experiencia.

La jornada comenzó en la Universidad del Medio Ambiente (UMA), una institución mexicana pionera en sostenibilidad, donde el grupo conoció su campus construido con principios ecológicos y participó en una dinámica de bienvenida que rompió el hielo y encendió la chispa del cambio.

Durante el día, los participantes participaron en talleres como: “Intro al turismo sustentable” y “Comunicación y
marketing verde”.

Día 2: Bosque y conexión profunda con el entorno

El segundo día empezó con algo que parece sencillo, pero que lo cambia todo: caminar sin prisa por el bosque. Nada de apps de senderismo ni rutas prearmadas. Guiados por expertos locales, los participantes vivieron una lectura del paisaje, donde el objetivo no era llegar a ningún lado, sino aprender a mirar con otros ojos. Identificar especies, notar los sonidos, entender el suelo, sentir el viento. Estar ahí, realmente ahí.

Más adelante, se dio un espacio para compartir emociones, impresiones y reflexiones en grupo. Sin juicios, sin teorías, solo lo vivido en el cuerpo. Esta segunda jornada fue, sin duda, un paso hacia adentro, ideal para preparar el terreno emocional y mental para lo que vendría al día siguiente: el encuentro directo con la comunidad local y la inmersión en el glamping sostenible.

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Día 3: Comunidad, comida sin residuos y comunicación con impacto

El tercer día de IATI Travel Shakers fue una verdadera inmersión sensorial y emocional. Desde temprano, el grupo se adentró en el bosque para vivir una caminata de 8 kilómetros que no fue solo física, sino también profundamente simbólica. Durante más de tres horas, los participantes atravesaron senderos naturales y participaron en un baño de bosque, una práctica guiada para conectar con los sistemas vivos desde la sensibilidad corporal.

No era solo caminar, era aprender a percibir el bosque como un organismo interconectado: desde las raíces invisibles hasta la humedad del aire. Todo tenía un ritmo, un mensaje. En ese silencio verde, cada paso era un recordatorio de que el turismo responsable también se practica con los sentidos.

La caminata incluyó una actividad de forrajeo consciente, donde se recolectaron hongos bajo la guía de personas expertas, respetando el equilibrio del ecosistema. Más tarde, esos mismos hongos fueron protagonistas de un almuerzo orgánico regional, preparado con ingredientes de temporada, sin residuos y con prácticas de cocina sostenible.

La jornada cerró con una experiencia potente: una caminata nocturna en silencio, diseñada para abrazar la incomodidad y abrir nuevas percepciones. Sin linternas, sin hablar, solo el crujir del suelo, el bosque respirando y los propios pensamientos. Fue un cierre íntimo, retador y absolutamente inolvidable.

Día 4: Cierre del círculo y despedida del bosque

El último día del IATI Travel Shakers 2025 fue un retorno pausado, físico y emocional. Pero no fue una despedida cualquiera: fue un cierre con sentido, un regreso consciente desde el bosque hacia el mundo.

La mañana comenzó con una práctica opcional al amanecer, junto al río. Quienes decidieron participar compartieron una meditación colectiva al aire libre, un momento de silencio y presencia para agradecer el camino recorrido y preparar el cuerpo para la última caminata. Luego vino el segundo baño de bosque, esta vez en una ruta de 12 kilómetros con 520 metros de desnivel positivo, durante más de cuatro horas. Esta caminata no solo siguió senderos naturales, sino también los caminos del agua, observando cómo fluye, se transforma y conecta todos los elementos del ecosistema.

A lo largo del recorrido, surgieron reflexiones sobre el impacto humano en los ríos, los suelos, los árboles, y cómo muchas veces olvidamos que lo que consideramos “paisaje” es en realidad territorio sagrado para muchas comunidades.

De regreso en el rancho, se celebró una comida de cierre en comunidad. Allí no solo se compartieron alimentos, sino también aprendizajes, emociones y compromisos. Fue el momento de conectar todo lo vivido con las Cartas Travel Shakers, y de dejar en claro que el viaje no termina al empacar la mochila… el verdadero viaje empieza cuando volvemos a casa y decidimos actuar distinto.

Una comunidad de viajeros con propósito: ¿quiénes participaron?

El turismo responsable no se construye solo con ideas bonitas, sino con personas reales que están dispuestas a mirar, cuestionar y actuar diferente. Por eso, uno de los pilares de IATI Travel Shakers 2025 fue reunir a una comunidad de creadores de contenido comprometidos con contar otras historias, esas que no solo muestran lugares hermosos, sino que invitan a reflexionar sobre cómo los habitamos.

Durante cuatro días en México, ocho creadores de contenido mexicanos y una periodista especializada vivieron en carne propia lo que significa hacer turismo con conciencia. Dejaron a un lado el “modo influencer” y se sumergieron en dinámicas, talleres, caminatas y conversaciones profundas, con un solo objetivo: entender cómo comunicar de manera más ética, respetuosa y responsable.

Ellos fueron los Travel Shakers 2025:

  • Freddy (Un Mexicano Viajero)
  • Gaby y Camo (Plan B Viajero)
  • Ode Ruiz
  • Nat Ampudia
  • Jazmín Mendoza
  • Alfredo Gallegos
  • Katya Wanders

Junto a ellos participó también una periodista de Time Out, quien cubrió la experiencia desde una perspectiva editorial, aportando una mirada crítica y enriquecedora al proceso.

Más allá de sus seguidores o sus plataformas, todos compartían algo en común: el deseo genuino de usar su voz para impulsar el turismo responsable y construir un mundo donde viajar no signifique explotar, sino aprender, conectar y cuidar.

IATI Travel Shakers

Las cartas Travel Shakers: 30 retos para practicar el turismo responsable

Una cosa es hablar de turismo responsable… y otra muy distinta es ponerlo en práctica. Para eso existen las Cartas Travel Shakers, una herramienta digital creada por IATI para que cualquier persona (ya sea viajera empedernida o exploradora de fines de semana) pueda transformar sus hábitos mientras recorre el mundo (o su propio país).

Se trata de 30 retos diseñados para aplicar el turismo responsable de forma sencilla y concreta, sin necesidad de ser experta en sostenibilidad ni tener un pasaporte lleno de sellos. Cada carta propone una acción real, una invitación a reflexionar, cambiar, apoyar o incluso simplemente observar de otra manera.

Algunos retos son tan accesibles como llevar tu botella reutilizable, comprar artesanías directamente a sus creadores o evitar alimentos envasados durante tus salidas. Otros te invitan a apoyar proyectos comunitarios, aprender palabras en lenguas originarias o compartir en redes emprendimientos turísticos sostenibles.

Lo mejor es que no se trata de hacerlos todos ni de volverse el “viajero perfecto”. El objetivo es dar pequeños pasos que, juntos, construyen una forma más ética y consciente de viajar. Porque no hay cambio sin acción, y no hay acción si no sabemos por dónde empezar.

¿En qué consisten y cómo puedes usarlas desde Colombia?

Como te lo explicamos arriba, las Cartas Travel Shakers son un set de 30 retos digitales, descargables y gratuitos que puedes llevar contigo en cualquier aventura. No necesitas imprimir nada ni registrarte en ningún curso. Solo debes descargarlas en tu celular o dispositivo, y listo: ya tienes en tu mano una guía práctica para aplicar el turismo responsable paso a paso.

Cada carta propone un reto concreto que puedes adaptar según el destino o el tipo de viaje que estés haciendo. Y lo mejor es que no tienes que estar en otro país para empezar a usarlas: desde Colombia, puedes aplicar estos retos en tus vacaciones por el Amazonas, un paseo al Eje Cafetero, un finde en Villa de Leyva o incluso en una salida a la ciclovía en tu ciudad.

Por ejemplo, si viajas a zonas rurales, puedes usar una carta que te invita a apoyar el turismo comunitario. Si vas a la costa, puedes aplicar la de evitar plásticos de un solo uso. Y si visitas un mercado local, aprovecha para cumplir el reto de consumir productos de temporada y producidos por pequeños agricultores.

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Retos que puedes aplicar si viajas dentro o fuera de Colombia

Uno de los mayores aciertos de las Cartas Travel Shakers es que no importa si viajas lejos o te escapas a un pueblito cercano: siempre hay algo que puedes hacer para dejar una huella positiva. Aquí te dejamos algunos retos que puedes aplicar tanto dentro de Colombia como en cualquier parte del mundo:

  • Apoya emprendimientos locales. Ya sea en el Amazonas o en los Andes peruanos, elige hospedajes, restaurantes y tours gestionados por personas del lugar. Tu dinero puede hacer una diferencia real.
  • Lleva tu kit reutilizable. Botella, cubiertos, bolsa de tela. Suena básico, pero es poderoso. Evita toneladas de plástico de un solo uso, estés en la costa Caribe o en una gran ciudad.
  • Respeta los ritmos locales. No todo gira alrededor del turismo. Observa, pregunta, y adapta tu viaje a los tiempos de la comunidad. Es válido en cualquier rincón del planeta.
  • Aprende algunas palabras del idioma local. ¿Viajas a La Guajira? Aprende algo en wayuunaiki. ¿Vas a Bolivia? Un saludo en quechua siempre suma. Mostrar interés es una forma de respeto.
  • Consume con conciencia. Elige alimentos de temporada, evita productos importados innecesarios, y si puedes, cocina tú mismo con ingredientes locales.
  • Comparte con propósito. Publica menos poses y más historias reales. Usa tus redes para visibilizar proyectos sostenibles y contar lo que aprendiste, no solo lo que comiste.

En pocas palabras: no necesitas un gran presupuesto ni una mochila profesional. Solo ganas de hacer las cosas mejor. Y eso, empieza donde estés.

¿Y si además lo compartes? Únete al movimiento con el hashtag #IATITravelShakers

Ya tienes la experiencia, la reflexión y los retos. Ahora solo falta un paso más: compartir lo que estás haciendo para inspirar a otros. Porque el turismo responsable también se contagia… y las redes sociales pueden ser una herramienta poderosa para amplificar el cambio.

Cada vez que cumplas uno de los retos de las Cartas Travel Shakers, descubras un proyecto local increíble o vivas una experiencia transformadora en tus viajes, cuéntalo. Sube fotos, historias o videos y usa el hashtag #IATITravelShakers. Así tu experiencia no se queda solo en tu galería: se convierte en parte de un movimiento que crece con cada aporte.

No se trata de “presumir lo sostenible”, sino de mostrar que sí se puede viajar con conciencia sin perder el disfrute, la aventura ni la emoción. Que hay formas más justas de conocer el mundo y que todos (sí, tú también) tenemos algo que aportar.

Así que ya sabes: juega tu carta, haz el reto, vive el viaje… y cuéntaselo al mundo.