Tienes a Budapest en la mira para tu próximo viaje? Buena elección. Esta ciudad es como ese amigo que tiene de todo: historia, arte, buena comida, lugares para relajarte y rincones con vistas que te dejan sin palabras. Pero claro, con tantas opciones, seguro te estarás preguntando qué hacer en Budapest sin perderte lo mejor. No te preocupes, en esta guía te llevamos por 25 experiencias que sí o sí tienes que vivir en la capital húngara. ¿Estás listo para este viaje? Porque nosotros sí lo estamos.

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Qué hacer en Budapest: 25 experiencias imperdibles para descubrir la capital húngara

Budapest no es solo la capital de Hungría, es una de las ciudades más encantadoras de Europa del Este y un destino que sorprende a cualquiera que lo visita. Ya sea que vayas por pocos días o que formes parte del club de los viajeros curiosos que buscan experiencias distintas, aquí te contamos qué hacer en Budapest para que no te pierdas sus joyas históricas, su ambiente bohemio ni su sabor único.

1. Visitar el majestuoso Parlamento de Budapest

Uno de los primeros lugares que debes visitar apenas pongas un pie en la ciudad es el Parlamento de Budapest, el edificio más emblemático del país. Con su impresionante arquitectura neogótica y su ubicación frente al río Danubio, este lugar es una parada obligatoria en cualquier lista sobre qué hacer en Budapest.

Puedes admirarlo desde afuera, especialmente al atardecer cuando se ilumina, o hacer una visita guiada por su interior para conocer los salones dorados, la corona de San Esteban (sí, la verdadera), y los detalles que lo convierten en uno de los parlamentos más bonitos del mundo.

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2. Explorar el Castillo de Buda y sus vistas panorámicas

Esta imponente construcción domina la ciudad desde lo alto de la colina de Buda y fue la residencia histórica de los reyes húngaros. Hoy en día alberga la Galería Nacional, el Museo de Historia de Budapest y la Biblioteca Széchényi.

Más allá de su valor cultural, lo que realmente te dejará sin palabras son las vistas. Desde sus jardines y terrazas tendrás una panorámica inigualable del Parlamento, el Puente de las Cadenas y todo el lado de Pest. Puedes llegar caminando (subida con encanto), en bus o tomar el pintoresco funicular que parte desde la plaza Clark Ádám.

3. Cruzar el histórico Puente de las Cadenas

Uno de los imperdibles que responderá sin duda a la pregunta de qué hacer en Budapest es caminar por el icónico Puente de las Cadenas (Széchenyi Lánchíd). Este no solo conecta los barrios de Buda y Pest, sino que también une la historia de Hungría con cada paso que das sobre él. Fue el primer puente permanente sobre el río Danubio y es, hasta hoy, uno de los símbolos más reconocidos de la ciudad.

Cruzar este puente, especialmente al atardecer o de noche cuando se ilumina, es una experiencia mágica. A un lado te espera el Castillo de Buda, y al otro, el impresionante Parlamento de Budapest. No olvides hacer una pausa para admirar las vistas y tomarte una buena foto con los leones de piedra que custodian ambos extremos del puente.

4. Relajarte en el Balneario Széchenyi o el Géllert

Budapest es conocida como la capital europea de los baños termales, y no es para menos: cuenta con más de 100 manantiales de agua caliente natural. Dos de los más populares son el Balneario Széchenyi y el Balneario Géllert. El primero, ubicado en el Parque de la Ciudad, es el más grande de Europa y destaca por su arquitectura neobarroca. Nada como relajarse en sus piscinas al aire libre mientras el vapor se eleva en el aire —una experiencia aún más mágica en invierno.

Por otro lado, el Géllert ofrece una experiencia más elegante y tranquila. Sus salones de mosaicos, vitrales y cúpulas art déco hacen que cada baño se sienta como si estuvieras en un palacio. Aquí también puedes disfrutar de tratamientos de spa y masajes.

5. Admirar la Iglesia de Matías y el Bastión de los Pescadores

Uno de los puntos más fotogénicos y mágicos que ver en la capital húngara es, sin duda, el conjunto formado por la Iglesia de Matías y el Bastión de los Pescadores, ubicados en la colina de Buda. Si te estás preguntando qué hacer en Budapest para sentirte dentro de un cuento medieval con vistas al Danubio… este es el lugar perfecto.

La Iglesia de Matías, con su espectacular tejado de azulejos multicolores y su arquitectura neogótica, ha sido testigo de coronaciones reales, bodas y eventos históricos desde el siglo XIII. Aunque su fachada ya es impresionante, lo mejor está dentro: un interior decorado con frescos, vitrales y detalles dorados que te dejarán con la boca abierta.

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6. Recorrer la Basílica de San Esteban

Situada en pleno corazón de la ciudad, esta basílica neoclásica fue construida en honor a San Esteban, el primer rey de Hungría, y dentro se conserva su mano derecha momificada… sí, leíste bien. Esta reliquia sagrada se encuentra en una capilla lateral y atrae tanto a los devotos como a los curiosos.

Además de su riqueza arquitectónica y espiritual, lo más impactante es subir a su mirador en la cúpula, desde donde tendrás una de las mejores vistas de 360 grados de Budapest. El ascenso se puede hacer en ascensor o, si te animas, subiendo más de 300 escalones (ejercicio con premio visual incluido).

En el interior, prepárate para ver mármol, dorados, frescos y una acústica impresionante. Si tienes suerte, puedes coincidir con un concierto de órgano gratuito que suele celebrarse durante la semana. Así que, si lo tuyo es combinar historia, arte y panorámicas, este lugar te va a fascinar.

7. Disfrutar un crucero nocturno por el Danubio

Los cruceros suelen durar entre 60 y 90 minutos y muchos incluyen audioguía, cena o incluso música en vivo. Hay opciones para todos los gustos y bolsillos: desde barcos pequeños con ambiente íntimo hasta embarcaciones más grandes estilo “cena-show”.

Lo mejor es que este paseo te da una perspectiva única de Budapest. Ver el Castillo de Buda, el Puente de las Cadenas, la Isla Margarita y el Parlamento desde el agua, bajo el cielo estrellado, es simplemente inolvidable. Te recomendamos reservar con anticipación y elegir el horario justo al atardecer.

8. Conocer la Gran Sinagoga de Budapest y el Barrio Judío

Esta sinagoga no solo es la más grande de Europa, sino también una de las más imponentes del mundo. Su arquitectura neomorisca, con cúpulas doradas y detalles exóticos, no pasa desapercibida y cuenta mucho sobre la historia y resiliencia del pueblo judío en Hungría.

Ubicada en la calle Dohány, la Gran Sinagoga fue inaugurada en 1859 y tiene capacidad para más de 3,000 personas. Junto a ella se encuentra el Museo Judío, el Monumento a las Víctimas del Holocausto y el conmovedor Árbol de la Vida, un sauce metálico con nombres de personas que murieron durante el Holocausto grabados en sus hojas.

Pero no te vayas sin recorrer el Barrio Judío, que hoy es una mezcla fascinante entre historia, arte urbano, bares alternativos (como los famosos ruin bars), cafés bohemios y galerías. Es una zona que respira cultura y memoria, pero también modernidad y vida nocturna.

9. Pasear por Váci Utca y la Plaza Vorosmarty

Pasear por Váci Utca, una de las calles peatonales más famosas de Budapest, es una de esas experiencias que no pueden faltar en tu itinerario. Esta elegante avenida conecta la Plaza Vörösmarty con el Mercado Central, y es el lugar ideal para quienes disfrutan de las compras, el ambiente animado y la arquitectura clásica europea.

A lo largo de Váci Utca encontrarás una gran variedad de tiendas: desde boutiques de diseño y marcas internacionales hasta tiendas de recuerdos húngaros, cristalería y artesanía local. También es una excelente zona para detenerte a tomar un café, probar un pastel húngaro o simplemente mirar la vida pasar desde una terraza con vistas al bullicio.

La Plaza Vörösmarty, ubicada en uno de los extremos de la calle, es un punto de encuentro emblemático de la ciudad. Allí se realizan mercados navideños, ferias y eventos culturales durante todo el año. Además, está la legendaria pastelería Gerbeaud, ideal para probar el famoso pastel Dobos o un café vienés en un entorno de época.

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10. Visitar el Mercado Central y probar la gastronomía local

Una de las experiencias más sabrosas que hacer en Budapest es visitar el Mercado Central de Budapest (Nagycsarnok), el mercado cubierto más grande y antiguo de la ciudad. Este edificio de estilo neogótico, inaugurado en 1897, no solo es un festín para el paladar, sino también para la vista: su estructura metálica, techos de azulejos coloridos y ambiente animado lo convierten en una parada imperdible.

En la planta baja encontrarás puestos de productos frescos: embutidos, quesos, frutas, verduras y el ingrediente estrella de la cocina húngara, el pimentón. No dejes de probar el famoso salami Pick, muy apreciado por locales y visitantes.

La planta superior es un paraíso para los amantes de la comida tradicional. Allí puedes sentarte en los pequeños comedores y probar platos típicos como el goulash, los langos (una especie de pan frito cubierto con crema agria y queso) o los stuffed peppers (pimientos rellenos). También es una buena oportunidad para comprar souvenirs como especias, dulces y bordados artesanales.

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11. Relajarte en la Isla Margarita

Uno de los planes más tranquilos y refrescantes que hacer en Budapest es escapar del bullicio urbano y perderse por unas horas en la Isla Margarita (Margitsziget), un oasis verde en medio del río Danubio. Esta isla de 2.5 km de largo está ubicada entre Buda y Pest, y es perfecta para quienes buscan desconectar, caminar al aire libre o simplemente hacer un picnic con vistas.

Al llegar, notarás que aquí reina la calma. No hay tráfico vehicular, solo bicicletas, carritos eléctricos y turistas caminando sin prisa. Entre los puntos más interesantes de la isla están los jardines japoneses, la fuente musical (que ofrece shows sincronizados con música y luces en verano), las ruinas del convento medieval y el pequeño zoológico.

Si te gusta el deporte, puedes alquilar una bici o un carrito eléctrico y recorrer el circuito de 5 km que rodea la isla. También hay piscinas, una pista de atletismo, canchas y un balneario termal. Y si lo tuyo es simplemente relajarte, basta con sentarte bajo la sombra de un árbol y dejar que la brisa del Danubio haga lo suyo.

12. Ver las esculturas en el monumento de los Zapatos en el Danubio

El monumento está formado por 60 pares de zapatos de hierro forjado, que representan los que dejaron atrás hombres, mujeres y niños antes de ser ejecutados y arrojados al Danubio. La escena es impactante por su realismo: hay botas de hombre, tacones de mujer, zapatos infantiles… todos detalladamente trabajados y colocados como si hubieran sido abandonados apresuradamente.

Este lugar es más que una atracción turística; es un espacio de reflexión, memoria y respeto. Muchos visitantes dejan flores, piedras o velas dentro de los zapatos como homenaje. Es también un recordatorio de que la historia no debe repetirse.

13. Subir al Monte Gellért y al mirador de la Ciudadela

Si buscas una vista panorámica de Budapest que te deje sin aliento, subir al Monte Gellért es una de las mejores cosas que hacer en la capital húngara. Esta colina de 235 metros de altura ofrece una de las vistas más espectaculares del Danubio, los puentes de la ciudad y los barrios de Buda y Pest. Ideal para ir al atardecer, cuando el cielo se tiñe de colores y la ciudad comienza a iluminarse.

En la cima del monte encontrarás la Ciudadela, una antigua fortaleza construida en 1854 por el Imperio Austrohúngaro para vigilar a la población húngara tras una serie de revueltas. Hoy en día, la Ciudadela ya no cumple funciones militares, pero sí funciona como un excelente mirador y punto de interés turístico.

Otro atractivo es la Estatua de la Libertad, que con su figura imponente y una palmera en mano, rinde homenaje a quienes lucharon por la libertad de Hungría. Desde su base se obtiene una de las postales más emblemáticas de Budapest.

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14. Tomar algo en los Ruin Bars como Szimpla Kert

Este bar, ubicado en el corazón del Barrio Judío, fue el pionero en transformar edificios antiguos y medio en ruinas en espacios llenos de vida, arte y cultura urbana.

Imagina entrar a un edificio deteriorado por fuera, pero por dentro descubrir un mundo bohemio: paredes con grafitis, lámparas hechas con objetos reciclados, muebles desparejados y un ambiente que vibra al ritmo de la música alternativa, electrónica o en vivo. Eso es Szimpla Kert.

Además de sus bebidas y cervezas artesanales, en los Ruin Bars también puedes encontrar mercadillos, proyecciones de películas, eventos culturales y hasta desayunos los domingos. Es un sitio donde se mezclan locales, turistas, estudiantes y artistas. Así que no importa si vas por una cerveza, una foto para Instagram o simplemente a curiosear: este lugar es un must si te preguntas qué hacer en Budapest de noche.

15. Descubrir el New York Café: el más bonito del mundo

Si hay un lugar en Budapest que combina historia, elegancia y un buen café, ese es el New York Café, conocido mundialmente como el café más bonito del mundo. Entrar aquí es como retroceder en el tiempo a la época dorada del Imperio Austrohúngaro, donde los escritores, artistas e intelectuales se reunían a crear y debatir rodeados de mármol, frescos en el techo, candelabros de cristal y columnas doradas.

Ubicado en el corazón de la ciudad, dentro del New York Palace Hotel, este café es una auténtica joya arquitectónica. Aunque su menú es un poco más caro que otros lugares de la ciudad, vale la pena cada centavo por la experiencia visual y cultural que ofrece. Puedes pedir un espresso, un desayuno completo o probar los tradicionales postres húngaros como el Dobos torta o el strudel.

16. Conocer el Museo de Bellas Artes y la Galería Nacional

Para los amantes del arte, una de las mejores cosas que hacer en Budapest es visitar sus museos más importantes: el Museo de Bellas Artes y la Galería Nacional Húngara. Ambos espacios reúnen siglos de historia visual que te permitirán conocer desde las raíces medievales del país hasta el arte contemporáneo europeo.

El Museo de Bellas Artes, ubicado en la Plaza de los Héroes, es famoso por su colección de arte internacional, especialmente obras del Renacimiento, Barroco y Clasicismo. Aquí puedes ver piezas de grandes como El Greco, Goya, Velázquez y Rafael. El edificio en sí ya merece la visita: una imponente estructura neoclásica que impresiona desde la entrada.

17. Ver una ópera en el Teatro Nacional

Ubicado a orillas del Danubio, el Teatro Nacional (Nemzeti Színház) combina modernidad y tradición. Su diseño exterior destaca por su forma de barco, una referencia simbólica al río y a la historia húngara. El interior, por su parte, es elegante, acogedor y con excelente acústica. Aquí no solo se presentan óperas, también hay obras de teatro contemporáneo, clásicos universales y conciertos sinfónicos.

Una de las ventajas es que las entradas suelen ser más asequibles que en otros teatros europeos, lo que convierte esta actividad en una gran opción si estás buscando qué hacer en Budapest en una noche especial. Además, muchos espectáculos cuentan con subtítulos en inglés, así que no hay excusa para no disfrutarlo.

18. Pasear por la Avenida Andrássy, Patrimonio de la Humanidad

Esta elegante avenida, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es una de las más icónicas de la ciudad. Su trazado une el centro urbano con la Plaza de los Héroes y atraviesa algunos de los barrios más distinguidos de la capital húngara.

Conocida como la “Champs-Élysées” de Budapest, en ella encontrarás impresionantes mansiones del siglo XIX, boutiques de lujo, embajadas, cafés históricos y el famoso edificio de la Ópera Estatal de Hungría. Caminar por aquí es como hacer un viaje en el tiempo, rodeado de arquitectura neorrenacentista y una atmósfera clásica que contrasta perfectamente con la vitalidad moderna de la ciudad.

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19. Visitar el Memento Park y su historia comunista

Este museo al aire libre, también conocido como Parque de las Estatuas, es un espacio que conserva monumentos y esculturas de la era comunista que fueron retiradas de la ciudad tras la caída del régimen socialista en Hungría.

Ubicado a unos 20 minutos del centro de Budapest, el Memento Park es mucho más que una simple colección de estatuas: es una poderosa lección de historia. Aquí encontrarás imponentes figuras de Lenin, Marx, Engels y héroes del proletariado, todos representados en el típico estilo monumentalista soviético. Pero lo más interesante es la reflexión que propone: en lugar de destruir estos símbolos, los húngaros decidieron reunirlos en un solo lugar, para que sirvieran como recordatorio de lo que fue y de lo que no quieren repetir.

El parque también cuenta con una exposición interactiva en su pequeña sala de cine, donde se muestran videos de entrenamiento de la policía secreta y documentos propagandísticos de la época.

20. Fotografiar la Plaza de los Héroes y el Parque Városliget

Presidida por el imponente Monumento del Milenio, que conmemora los 1000 años de la llegada de los magiares a la cuenca de los Cárpatos, la plaza está rodeada por estatuas de los líderes de las siete tribus fundadoras de Hungría, así como figuras importantes de su historia. Es un lugar perfecto para empaparte un poco del pasado nacional en medio de una arquitectura majestuosa.

Justo detrás de la plaza se encuentra el Parque Városliget, uno de los pulmones verdes de Budapest. Aquí puedes pasar desde una tarde tranquila hasta varias horas explorando. El parque alberga el Castillo de Vajdahunyad, que parece salido de un cuento medieval, el Zoológico de Budapest, un pequeño lago donde se puede pasear en bote (o patinar en invierno) y hasta el famoso Balneario Széchenyi, si todavía te queda energía para relajarte.

21. Subirte al funicular del Castillo de Buda

Inaugurado en 1870, este encantador medio de transporte conecta la plaza Clark Ádám, al pie del Puente de las Cadenas, con la colina donde se encuentra el Castillo de Buda, uno de los imprescindibles que hacer en Budapest.

El trayecto es corto, dura apenas un par de minutos, pero te regala una vista frontal espectacular del Danubio, el Puente de las Cadenas y el Parlamento al fondo. Además, viajar en uno de sus vagones de madera restaurados con estilo del siglo XIX es como hacer un pequeño viaje en el tiempo.

22. Recorrer el Parque de la Ciudad y el Zoo de Budapest

Una de las actividades más relajadas y completas que hacer en Budapest es pasar unas horas en el Parque de la Ciudad (Városliget), el pulmón verde más emblemático de la capital húngara. Aquí no solo encontrarás amplias áreas para caminar, hacer picnic o alquilar una bicicleta, sino también atracciones culturales, históricas y familiares que lo hacen perfecto para todas las edades.

En el corazón del parque se alza el Castillo de Vajdahunyad, una mezcla de estilos arquitectónicos que parece sacado de un cuento. Es un gran lugar para sacar fotos y aprender un poco sobre la historia de Hungría, ya que alberga el Museo de Agricultura.

23. Degustar vinos húngaros en una cata guiada

Aunque muchas veces se asocia Hungría con su famoso licor pálinka, lo cierto es que el país tiene una tradición vinícola milenaria, con regiones productoras que han dado al mundo variedades únicas.

Durante tu visita a la capital, puedes apuntarte a una cata guiada en lugares como el Hospital in the Rock Wine Cellar, o en modernas vinotecas del Barrio Judío o la zona de Buda. Estas catas te permitirán probar algunos de los vinos más emblemáticos del país como:

  • Tokaji Aszú, conocido como el “vino de reyes”, un vino dulce y elegante originario de la región de Tokaj.
  • Bikavér o “Sangre de toro”, un tinto robusto típico de la región de Eger.
  • Furmint, una uva blanca autóctona que produce vinos secos y aromáticos.

24. Hacer una excursión de un día a Szentendre o al Lago Balatón

Si ya exploraste los imprescindibles de la capital y quieres ampliar tu aventura húngara, una de las mejores cosas que hacer en Budapest es planear una excursión de un día a alguno de sus destinos cercanos. Aquí te dejamos dos opciones que valen muchísimo la pena:

Szentendre: arte, color y encanto junto al Danubio

A solo 40 minutos de Budapest, este pintoresco pueblo es famoso por su aire bohemio, calles adoquinadas, casitas de colores y una vibrante comunidad artística. En Szentendre puedes visitar pequeñas galerías, museos como el de Marzipan (sí, de mazapán) y probar delicias locales en sus acogedores cafés. Es perfecto para pasear sin prisa, tomar fotos hermosas y comprar recuerdos artesanales.

Lago Balatón: la “playa” de Hungría

Conocido como el “mar húngaro”, el Lago Balatón es el lago más grande de Europa Central y un clásico entre locales y turistas. Aunque está un poco más lejos (aproximadamente 1h 30min en tren o auto), es ideal si buscas un escape natural. Puedes disfrutar de sus playas, nadar en verano, visitar pueblos como Tihany con su abadía benedictina, o simplemente relajarte junto al agua con una copa de vino blanco de la región de Badacsony.

25. Probar el Goulash y la repostería húngara en un tour gastronómico

No puedes decir que realmente conociste Budapest si no probaste su gastronomía, y la mejor forma de hacerlo es con un tour culinario guiado por locales. El protagonista indiscutible es el Goulash (Gulyás), una sopa espesa de carne, patatas y paprika, que es el plato nacional de Hungría. Aunque hay muchas variantes, en Budapest encontrarás algunas de las versiones más auténticas y sabrosas, ya sea en tabernas tradicionales o en mercados como el Central Market Hall.

Además del goulash, no te puedes perder los dulces húngaros. Algunos de los imperdibles son:

  • Kürtőskalács: también conocido como pastel chimenea, es un pan dulce en espiral cubierto con azúcar y canela (ideal para comerlo caliente mientras paseas).
  • Dobos Torta: un pastel de capas finas de bizcocho y crema de chocolate, coronado con caramelo crujiente.
  • Rétes: la versión húngara del strudel, con rellenos como manzana, requesón o amapola.

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